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miércoles, 3 de junio de 2015

ROCK AND ROLL SUICIDE


Rock and Roll Suicide
Por Karlos Dearma.

Reino Unido, noviembre de 1977. Howard Preston es un músico con un lejano prestigio y reconocimiento en la escena del rock, que se remonta a fines de la década de los años 1960 y principios de la siguiente, cuando era conocido como Ritchie Flowers.  

Un par de singles de éxito, una banda rockera de dementes que capitaneaba y solo sobrevivió un Lp (The Insane Heads), conciertos a sala llena, dinero a raudales, groupies, el reconocimiento de sus pares, y yá: 

Para 1977 las viejas glorias de antaño se habían esfumado, las épocas  y modas cambiado; los éxitos no volvieron a repetirse  y casi nadie los recordaba. Casi.

Se habían quemado muy rápido y los excesos tenían mucho que ver con ello.

Flowers estaba arruinado física, mental y económicamente. No tenía ni una moneda como para pagar la mensualidad de la habitación que rentaba, mucho menos para beber o “pincharse”. Los amigos cercanos habían desaparecido o habían sucumbido al alcohol y las drogas duras. Era un patético sobreviviente de otros tiempos y solo cargaba con 33 años.

Un viejo, por increíble que parezca. Londres hervía con el “adolescente” punk y Howard tenía casi todo listo para suicidarse.

No era la primera vez que lo intentaba. Lo había pensado seis años antes, a finales del 71 (el año de su cumpleaños 27) Quería colarse en el exclusivo “Club de los 27” junto con Morrison, Janis y Hendrix, sus viejos amigos.  Desistió. Y estaba convencido de que aquello había sido un error. Hubiera querido matarse en su mejor momento, con todas las luces apuntándole, pero era tarde. El tiempo a veces suele ser cruel, hasta para los suicidas.

Pero ahora había tomado la decisión: Era el momento de “irse”. Busco el revólver entre el desorden de su cuarto. Lo limpio hasta sacarle algo de lustre. Tarea absurda pensó y lo era: Después de todo ¿Quién se fijaría en eso? Observó por última vez sus “tesoros”: Fotos con Jagger, Richards, Clapton, Dylan y Los Beatles.

Estaba listo. Amartillo el arma y se preparó a disparar, apretando los dientes. Tuvo tiempo de imaginarse los titulares de los diarios. Los más indulgentes tal vez dirían de él: “Vieja gloria del rock se quita la vida”, los más conservadores: “Se suicida estrella menor del rock”, los más crueles: “Rockero drogón se pega un tiro”. Inútil pensar: Al cabo que ya ni le importaba lo que pensarán.

En ese momento sonó la puerta. Del otro lado la señora Rottenmaier, dueña de casa, le reclamaba. Pensó: “Estaría bueno tirármela, un último polvo y listo”. Hizo los cálculos pero pronto desistió. No hubiera quedado bien coger con una señora bondadosa de casi ochenta años. 

Hasta se imaginó los posibles titulares de las noticias: “Por culpa de la droga: Rockero degenerado tiene sexo con una señora mayor y luego se vuela la cabeza”.

-Señor Preston. ¿Está usted bien?
-Sí, pase señora.

La solterona entró lentamente a la habitación y de inmediato se sobresaltó, tapándose la boca con una mano al verlo desnudo y con un arma:

-Howard, por Dios y la Virgen, ¿Qué hace? ¿Es eso un revólver?
-Señorita Rottenmaier, sí, pero no se preocupe: Esta descargado. ¿Qué desea?
-¡Que susto me hizo pegar! Tiene que bajar. Unos locos allá abajo quieren verle. Se visten como unos vagabundos sucios y dicen llamarse los “Sex Pistols”. Quieren conocerle, usted es uno de sus ídolos. ¿Será posible?

Pensó: “¡Sex,… ¿Qué?! ¿Quiénes carajo…? Bueh, será mejor que baje”. Ante la mirada de la doña dejó el arma, se calzó unos pantalones de cuero y enfiló hacia la escalera. 

El suicidio podía esperar.


Este relato participó del concurso "Crea una historia basada en una imagen" de la comunidad "ALMAS DE BIBLIOTECAS Y DE CINES"


21 comentarios:

  1. Hubiera perdido la oportunidad de conocer a los iniciadores del movimiento punk. No todos los rockeros suicidas llegan al nivel de cuasi-inmortalidad a la que llegó Cobain. Muy buen relato.
    Saludos Carlos.

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    1. Le falto para ser famoso, ja, gracias Alejandra. Abrazos y buenas noches.

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  2. Lo de Rottenmaier en plan bondadosa es un poco, ejem, un contrapunto heidiano.

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    1. Ja ja ja ok y tienes razón amigo. Gracias por pasarte, Un abrazo.

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  3. O suicídio pode esperar, além de uma vida inteira!

    Belíssimo texto...
    Parabéns e abraço!

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  4. Genial, me ha encantado. Ese punto de suicidio abandonado. Y un encuentro de generaciones. Un abrazo amigo.

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    1. Tenia la idea desde hace un tiempo, me refiero a la historia. La imagen fue un disparador y me lance a escribir. Estoy satisfecho aunque el limite de 600 palabras me hizo "acotarme" (debe tener 598 o 599 je je) Era interesante contar sobre aquella época del rock. Hubo un quiebre generacional un profundo entre los 60 y 70 con el punk. Gracias por comentar, besines.

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  5. espectacular relato Carlos, la imagen de rockero autentico siempre inspira bellas historias

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    1. Gracias Juan, comparto tu idea acerca del rockero. Abrazos.

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  6. Muy bueno, Carlos, lo que hace la fama!

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    1. "Algún día todos tendremos quince minutos de fama" como decía Andy Warhol. Y quizás tenia razón, Besos y gracias, Paola.

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  7. Buen relato Carlos, me gustó mucho leerlo.
    Saludos

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  8. ¿Un último golpe de suerte en su vida y en su carrera? Espero que sí, al menos la visita sirvió para que aplazara el suicidio. Quiero pensar que los Sex Pistols traían alguna propuesta interesante para él... :))

    Buen relato, Carlos, me ha gustado mucho!! :)

    Un abrazo para tí y otro para Mitchum :D

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    1. SI, tal vez algún día continúe esta historia. No lo tengo decidido. Gracias Julia. Besines y que tengas un lindo fin de semana.

      PD: Mitchum no tiene Whatsappe, no consigo que se modernice, te manda saludos igual. ;))

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  9. Me ha gustado mucho este relato Carlos, un gran final, como las cosas a veces se enderezan sin saber muy bien porque, Una historia merecedora de una continuación.
    Un saludo cordial.

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  10. Hola Carlos,
    Muy bien recogido y transmitido el ambiente de rock americano de los setenta, la atmósfera que rodea a la estrella rutilante caida en picado, lumpenismo y abandono...hasta que la historia da un giro inesperado. ¡Magnífico! Me ha encantado todo ese sabor underground que destila el relato
    Un abrazo

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  11. Me ha gustado mucho el relato. Por cierto, me suena que hay una canción de Bowie con ese mismo título.

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  12. Te suena bien, la hay, es de su disco The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars.

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